Viajar a Ucrania 10 días: guía completa.

Viajar a Ucrania era algo que nos hacía bastante ilusión. Ya que los países que encontramos al este de Europa siempre nos han llamado la atención y nos han interesado. Tanto por su historia y cultura, como por ser destinos menos turísticos, algo que nos atrae bastante (huir de aglomeraciones y de lo “típico” o “más tradicional”).

Además, tienden a ser destinos más económicos para viajar, un punto más a su favor para disfrutar de unas buenas vacaciones. 

En este caso, Ucrania era un país que personalmente quería visitar hace años. Desde que mi hermano visitó una de sus ciudades, Leópolis, y volvió con una gran sensación de haber viajado al pasado y sin apenas gastar dinero, aunque cuando él fue era todavía más barato que ahora.

Así que convencí a Paula (no me costó mucho), juntamos unos cuantos días de vacaciones, del miércoles 4 al lunes 16 de septiembre, y allá nos fuimos. En este artículo encontrarás toda nuestra experiencia, tanto previa al viaje (organización, búsqueda de información, vuelos, consejos, …) como el propio viaje día a día para que tú también puedas viajar a Ucrania.

Índice 

Preparación del viaje

La verdad que la preparación para viajar a Ucrania fue un caos y hasta el día de antes, incluso durante el propio viaje, estuvimos gestionando y buscando alojamientos. Pero el principal problema fue que empezamos a organizar el viaje una semana antes de irnos. Es decir, teníamos las vacaciones solicitadas en nuestros respectivos trabajos pero no teníamos absolutamente nada: ni vuelos, ni alojamientos, ni nada!

Sabíamos que queríamos ir a Ucrania, pero a una semana de empezar nuestras vacaciones no teníamos nada preparado. Así que lo primero fue buscar vuelos.


Volar a Ucrania

Para viajar a Ucrania tienes diferentes opciones, puedes tener la suerte de encontrar un vuelo directo, aunque esto no siempre es fácil. Y de ser tiene que ser desde la capital (Madrid) o algún otro gran aeropuerto, como Barcelona.

O puedes hacer escala, viajando a un destino intermedio entre España y Ucrania y desde aquí buscar un vuelo directo a nuestro destino final.

Esta fue nuestra opción, ya que para las fechas seleccionadas no encontrábamos vuelos directos, así que nos pusimos manos a la obra.

Para ello nosotros utilizamos mucho skyscanner. Es un comparador de vuelos muy útil y fácil de usar, que te muestra los vuelos más económicos. Así que buscamos vuelos desde Valencia a “Cualquier destino”, pues inicialmente nos era indiferente ir a cualquier destino que nos viniera bien. Uno de los destinos con el que podíamos enlazar a Ucrania era desde Polonia. Un país genial y muy barato para hacer turismo, pero como ya hemos estado en varias ocasiones quisimos buscar un lugar diferente. Y lo encontramos: Viena!

Así que el siguiente paso era ver si habían vuelos desde Viena a Ucrania. Barajamos diferentes fechas y precios, para que nos cuadrara con nuestras vacaciones. Yo desde la propia aplicación móvil de Skyscanner y Paula, desde la web con el portatil. Al final encontramos la combinación perfecta: Valencia – Viena el 4 de septiembre; Viena-Kiev el 5 de septiembre; Kiev-Viena 14 de septiembre; y Viena-Valencia 16 de septiembre. Los 4 vuelos en las fechas que queríamos nos costaron en total menos de 140€ a cada uno. 

De Valencia a Viena viajamos con WizzAir y de Viena a Kiev con Ryanair. ¡Ojo! Estas compañías lowcost tienen una política bastante estricta con el equipaje: tan solo te permiten llevar una bolsa de mano menor de 40x30x20cm. Muy poco espacio para pasar tantos días dos personas, así que decidimos comprar para ambos vuelos, con cada compañía, la facturación de una mochila de 10kg, lo que nos subió el coste total de los vuelos en casi 40€ más. Pero bueno, era necesario.

Así que nada, ya teníamos lo más importante, los vuelos para viajar a Ucrania, ahora “solo” nos faltaba todo lo demás: organización, alojamientos, transportes, …

¿Qué NO ver en Ucrania?

Nos pusimos a buscar por Internet, pero no encontramos mucha información, o estaba desactualizada o no nos resultaba útil. Pero sí sabíamos una cosa: evitar el este de Ucrania y la península de Crimea.

Ucrania se encuentra en una situación algo delicada: una reciente Guerra Civil (2014) y una constante tensión con su país vecino (Rusia). La verdad que durante nuestro viaje no tuvimos ningún problema, ni vimos nada que nos preocupara. Aun así es importante que consultes cuál es su situación actual, especialmente si piensas visitar el este del país o la península de Crimea.

Aunque actualmente hay un acercamiento amistoso entre ambos países, tampoco recomendamos visitar esta parte del país hasta que la situación no esté completamente estable.

Entonces, qué podemos ver en Ucrania?

3 destinos increíbles de Ucrania.

Teníamos claro que la capital, Kiev, la íbamos a visitar. Pero tampoco queríamos limitarnos a la capital, ya que también leímos mucho sobre estas dos ciudades: Odesa y Leópolis. Eran dos de los mejores destinos, junto Kiev, para visitar en Ucrania.

  • Odessa es una ciudad costera ubicada en el Mar Negro muy bonita. Tranquila y llena de contrastes por las diferentes influencias culturales, creando un mix muy bonito y curioso. Además, Odesa cuenta con el atractivo de tener costa, ubicada en el Mar Negro, que cuenta con un largo paseo marítimo.
  • Leópolis dicen que es como la capital cultural de Ucrania, y así es. Tiene mucha vida, disfrutamos mucho de sus bares, su ocio y su gente. Un destino que, aunque bonito, resulta menos atractivo que Odessa y Kiev a nivel monumentos o grandes puntos de interés turístico. Pero sin duda la compensa con sus restaurantes, museos, galerías y muchas otras actividades.
  • Kiev, la capital, imprescindible y magnífica. Sin duda el destino que más nos gustó y el más impresionante. Además de una gran ciudad con todo lo que implica: ocio, restaurantes, pubs, museos, eventos, …, cuenta con diferentes puntos turísticos de un incalculable valor patrimonial que te enamorarán y te dejarán con la boca abierta una y otra vez.

¿Cómo moverse por Ucrania?

Vale, ya teníamos los vuelos y los destinos que queríamos visitar en Ucrania. Pero faltaba organizar los días y saber moverse de un destino a otro, sin perder tiempo y de la forma más económica posible.

La primera opción fue alquilar un coche, pero tras una negativa y reciente mala experiencia alquilando un coche en Irlanda y siendo que Ucrania no pertenece a la Unión Europea (con todo lo que implica esto: derechos, seguros, garantías, …) la descartamos. Además, tampoco teníamos tiempo de hacernos el carnet de conducir internacional, que se puede obtener en las comisarias por un precio de unos 11€ aprox. Sin duda había opciones bastante económicas de renting, pero además de lo ya mencionado había tres problemas más de alquilar un coche en Ucrania:

  • Ucrania es el segundo país más grande de Europa (el 45º del mundo). Esto quiere decir que las distancias entre los tres destinos que queríamos visitar eran grandes, lo que nos restaría tiempo de vacaciones para poder llegar de una ciudad a otra.
  • El estado de sus vías no es el más adecuado: muchos baches y poca o nada de iluminación en las autovías. Un riesgo que no merece la pena especialmente si conduces de noche.
  • Su forma de conducción (esto lo averiguamos una vez allí). No conocemos muy bien cuál es el desarrollo de sus leyes viales, pero sí que vimos a muchos motoristas sin cascos y a la gran mayoría de conductores sin cinturón y hablando por el móvil. Todo esto se traducía en unas calles algo caóticas y, sobre todo, algo arriesgadas para coger un coche por el número de despistes que se producían.

Y recuerda que no estás en la UE y que te encuentras en un país en el que no solo no hablan tu idioma, sino que tampoco hablan inglés. Por lo que si tienes un accidente, sea o no culpa tuya, tendrás un grave problema. Así que esta opción la descartamos.

Entonces nos quedaba la segunda opción. Algo que ya hicimos en el viaje a Polonia, que resulta bastante económico y con la que no pierdes tiempo de viaje: viajar en bus de noche. Que además de ahorrar tiempo durante el día para poder ver más cosas, ahorras una noche de hostel u otro alojamiento.

Tras buscar y comparar varias opciones decidimos que Ecolines era la que mejor se nos ajustaba por precio y horarios. En total nos gastamos menos de 50€ por persona para ir de Kiev a Odessa, de Odessa a Leópolis y de Leópolis volver a Kiev. 

Y así es cómo quedó nuestro viaje:

  • 1º: aterrizar en Viena a las 11:45h..
  • 2º: aterrizar en Kiev a las 11:35h y bus a Odessa a las 23:50h.
  • 3º: Llegar a Odessa a las 6:40h.
  • : Odessa y bus a Leópolis a las 19h.
  • 5º: Llegar a Leópolis a las 7:35h.
  • : Leópolis.
  • 7º: Leópolis y bus a Kiev a las 23:50h.
  • 8º: Llegar a Kiev a las 7:45h.
  • 9º: Kiev.
  • 10º: Kiev.
  • 11º: Kiev y aterrizar en Viena a las 16:30h.
  • 12º: Viena.
  • 13º: aterrizar en Valencia a las 8:30h.

Alojamientos en Ucrania.

Y ya por último faltaba el alojamiento. Aquí valoramos varias opciones:

  • Couchsurfing: ideal para no gastar nada de dinero y conocer gente local que te guía por los mejores rincones de la ciudad. Aunque con esta opción tienes menos independencia.
  • Airbnb: apartamentos enteros o habitaciones privadas con precios económicos.
  • Hostels u hoteles a través de booking: de modo que tengas las garantías de que si algo sale mal está Booking detrás para solucionarlo.

Como queríamos tener una mayor independencia y vimos que los precios eran muy económicos descartamos en este viaje el couchsurfing. Y tampoco teníamos mucho margen para poder contactar con la gente y que nos contestara a tiempo.

Así que nos centramos primero en Airbnb. Pero al buscar con tan poca antelación no había mucha oferta, al menos en el rango de precios que nos interesaba. O estaban demasiado lejos del centro. Así que solo encontramos un apartamento entero que se nos ajustaba en Leópolis. El resto de noches dormimos en hostels a través de reservas realizadas en Booking.

El precio medio de la noche por persona en cada ciudad fue el siguiente:

  • Kiev: 7€/noche por persona. En un hostel cerca del centro en una habitación privada con cama doble.
  • Odessa: 6€/noche por persona. En un hostel cerca del centro en una habitación de 10 camas (aunque tuvimos la suerte de que no habían más personas y estuvimos solos).
  • Leopolis: 9€/noche por persona. En un apartamento entero cerca del centro.

Como podéis ver los precios son muy económicos, y los habían mucho más baratos. Pero o estaban más lejos del centro o las opiniones no eran muy buenas. Aún así, estamos seguros de que hubiéramos podido escoger mejores alojamientos por menos precio, si hubiéramos organizado el viaje a Ucrania con mayor antelación, o si hubiéramos viajado en grupo.

La mochila para viajar a Ucrania

Este es el viaje juntos más largo y con menos equipaje que hemos realizado nunca. De normal siempre hemos viajado con una mochila cada uno más el equipaje de mano. Pero esta vez, tras los cambios de política de equipaje de Ryanair y con la estricta política de WizzAir solo llevábamos una mochila de 50 litros. Ccon un máximo de 10 kilos y las dos mochilas pequeñas de equipaje de mano.

Metimos lo imprescindible y lo organizamos todo con bolsas de cierre que comprimian el aire, para que no tuviéramos ningún problema a la hora de facturar. Si quieres saber más te recomendamos leer este artículo sobre cómo organizar la mochila para viajar, pero sin duda fue todo un tetris organizar todo lo imprescindible de dos personas para 12 días sin pasarnos del peso y las medidas a las que estábamos limitados. Por suerte el tiempo iba a ser bueno e ibamos a pasar más calor que frío, por lo que la ropa no abultaba ni pensaba excesivamente a excepción de un par de chubasqueros por si nos sorprendía la lluvia.

Viajar a Ucrania

Ucrania es un destino fantástico, muy recomendado, el cual disfrutamos mucho, más de lo que nos imaginamos. Aquí tenéis un resumen de nuestro viaje día a día. Nuestra experiencia, sensaciones, dónde dormimos, comimos, qué vimos y consejos para que tu viaje a Ucrania sea todavía mejor.

Si lo que buscas es información más concreta de dónde dormir, qué ver y dónde comer en Kiev, Odesa y/o Leópolis no te pierdas la guía de cada ciudad.


Primer día: aterrizamos en Kiev a las 11:45.

Hoy es el primer día en Kiev, hemos llegado bien, hemos pasado el control sin problemas. El cambio de euros a grivnas en el aeropuerto es peor que en la ciudad. Pero necesitamos unas 216 grivnas (unos 8€) para coger los dos el bus 322 que nos lleva al centro de la ciudad y luego el metro. Así que sacamos 500 grivnas (unos 20€) en el cajero.

Más adelante del viaje averiguamos que con 68 grivnas, 2,5€ cada uno, hubiéramos podido coger el mismo bus, el 322, parando en la primera parada y luego cogiendo el metro. Errores de recién llegados. 

Así que si tú también aterrizas en el Aeropuerto Internacional de Boryspil (aeropuerto militar donde por cierto no puedes hacer fotos) apunta esto:

  1. Coges el bus 322 y paras en la primera parada, lo que cuesta 60 grivnas. Para que no tengas dudas esta es la ruta del autobús desde el aeropuerto hasta donde te deja: Ruta Aeropuerto – Metro Kiev.
  2. Aquí encontrarás una estación de metro que cuesta 8 grivnas por viaje y desde aquí ya puedes ir a dónde necesites. En este caso te dejo la ruta para llegar a la plaza de la Independencia que está bastante céntrica tendrás que realizar transbordo para llegar, pero está todo bien indicado, solo tienes que fijarte en los nombres de las estaciones. De todas formas, al abrir el link, puedes cambiar tu destino: Ruta metro – Centro Kiev.

En nuestro caso, paramos en la segunda parada (estación de trenes), que igualmente te deja lejos y te obliga a coger el metro. Nosotros decidimos ir andando, y de paso empezar a ver parte de la ciudad.

Así que dimos un paseo y fuimos callejeando con la intención de llegar al centro. La verdad que la primera impresión hasta este punto fue bastante regular. Lo que veíamos no nos gustaba, ya que la parada te deja a las afueras de la ciudad, en una zona más bien industrial y un poco dejada de cuidado. La sensación era tan mala que nos asustó quedarnos atrapados tantos días en una Ucrania lúgubre de edificios altos y sin color.

Por suerte no tardamos en cambiar de opinión, y conforme pasaban los días nos íbamos encandilando más y más del país, como contaremos a continuación.

Andando llegamos a la puerta dorada de Kiev, que recibe un nombre más impresionante de lo que es realmente. Dorada no es, pero aún así es bastante bonita y nos marca el punto de inicio al centro. También vimos la plaza de la Independencia, así como los exteriores de la Catedral de Santa Sofía y el Monasterio de San Miguel de las Cúpulas Doradas. A partir de aquí ya nos quedamos maravillados y tranquilos de saber que teníamos mucho que hacer y ver en Kiev.

Puerta Dorada de Kiev

Observamos mucho contraste, una ciudad muy tranquila, sin apenas turistas y nos alegramos mucho de ello. Antes de continuar con nuestro callejeo tuvimos la idea de visitar el hostel que tenemos reservado a la vuelta, ya que esa noche salíamos en bus a Odessa y dormiriamos en el trayecto.

Tras varias vueltas alrededor de la zona por fin lo encontramos. Al llegar nos llevamos una mala sorpresa de lo sucio y el mal estado en el que se encontraba. Así que conforme salimos de ahí cancelamos la reserva que hicimos a través de Booking. Que no te engañen las fotos, pues no te recomendamos en absoluto que te alojes en este hostel: Hostel Golden Gate. A no ser que te gusten las cucarachas y un poco de mugre en el colchón.

“Ya en el bus buscaremos una alternativa”, concluímos. Mientras tanto seguimos paseando por las calles y empezamos a buscar un lugar donde cenar tranquilamente, ya que estábamos algo cansados de tanto andar con las mochilas.

Al final encontramos un bar y decidimos entrar. Al parecer era un bar típico georgiano, con comida tradicional. Nos gustó mucho y la cena nos costó menos de 15€ a los dos. El restaurante es este: Georgian bar Wine&Bread. A lo largo del viaje vimos muchos otros bares típicos de Georgia, pero este nos gustó bastante, tanto la comida como la atención. Nos dejamos recomendar por la camarera y pedimos varios platos típicos y cervezas tradicionales. Muy bueno.

Después de cenar nos damos un paseo por el parque que se encuentra detrás del Monasterio de San Miguel de las Cúpulas Doradas. Disfrutamos de las vistas al río y a gran parte de la ciudad hasta volver a la Plaza de la Independencia, donde nos sorprendió que las fuentes que encontramos aquí van al ritmo de la música que suena, al menos esa noche. Un espectáculo muy bonito el cual nos quedamos viendo un rato, reposando la cena, antes de coger el metro para ir a la estación de buses.

Así que nada, cogimos el metro a las 23h y llegamos a la estación de buses donde sale el nuestro hacia Odesa. Para subir al bus necesitas el pasaporte y el ticket, el cual puedes enseñar desde el móvil. Eso sí, el bus se retrasó media hora. De hecho, todos los buses que teníamos con Ecolines se nos retrasaron entre media hora y 2 horas. Así que tranquilo si te ocurre lo mismo.

Lo bueno de esta compañía es que, además de barata, el bus está bien. Cuenta con wifi, enchufes y alguno hasta con pantallas en cada asiento para ver películas, escuchar música o jugar a juegos. Así que te recomendamos llevar auriculares.

Nosotros nos subimos y no tardamos en quedarnos dormidos. Fue un trayecto tranquilo y tan “cómodo” como puedes imaginar que es dormir en un asiento de autobús acolchado.

Resumen/recomendaciones:
  • Para ir a Kiev desde el Aeropuerto Internacional de Boryspil de la forma más barata. Coge el bus 322 y para en la primera parada, donde encontrarás una estación de metro que te llevará a donde necesites. El ticket cuesta 60 grivnas y el metro 8.
  • En el aeropuerto saca el dinero justo, pues el cambio es peor.
  • Las fuentes de la plaza de la Independencia por la noche parecen que van al ritmo de la música. Si estás cerca merece la pena pasear de noche por esta zona.
  • Verás muchos restaurantes típicos georgianos, antes o después te recomendamos entrar en uno y disfrutar de su gastronomía. 
  • Si viajas en bus con Ecolines no es necesario imprimir el billete, desde el mismo móvil puedes enseñarlo. Ten en cuenta que es muy probable que se retrasen. Lleva contigo auriculares, antifaz, tapones para los oídos y un cojín hinchable para estar lo más cómodo posible.
  • En Kiev no encontramos ningún centro de información turística. Sí que hay mapas y pantallas interactivas, y kioscos donde venden guías y mapas turísticos, pero echamos de menos que nos atendieran personalmente.


Día 2: despertar en Odessa y asombrarse de sus contrastes.

Nos despertamos en Odesa a las 7:30 a pesar de haber salido media hora más tarde de lo esperado. El bus te deja prácticamente en el centro, junto a una bonita plaza llena de comercios. Desayunamos en un horno bastante barato con comida muy buena (prueba la salchicha con queso, tomate y champiñón).

Una vez desayunamos nos dirigimos al hostel que está a 15 minutos andando desde la estación. Aquí dejamos las mochilas, nos duchamos, instalamos y descansamos un poco porque en el viaje de bus no dormimos muy bien.

La verdad que la primera impresión de Odesa es bastante buena, aunque es pronto para decir nada más.

El hostel está bien, la cocina no está muy limpia, ni tiene fogones para poder cocinar. Pero la dueña es muy simpática, es muy barato y está bien ubicado (aunque las camas no son muy cómodas). Y a pesar de ser una habitación con 10 camas tenemos la suerte de que durante nuestra estancia no hay nadie más, así que perfecto. Además, nos costó 300 grivnas (11€) a los dos (menos de 6€/persona cada noche).

Por otro lado confirmamos que el idioma es bastante complicado de interpretar. No entendemos casi nada, pero también es verdad que hemos encontrado a más gente que habla inglés de lo que esperábamos. Para todo lo demás con el Google Traductor nos apañamos bastante bien, sobre todo para traducir en bares y restaurantes las cartas.

Ahora ya descansados nos dirigimos al punto de atención turística (abierto de 10h a 20h) para que nos recomienden y recoger información sobre Odesa. La verdad que recibimos muy buena atención y compramos el mapa del centro histórico por 15 grivnas. Además, el paseo desde el hostel hasta la Tourist Info es bastante agradable y nos sorprende el increíble número de puestos donde te venden café. Hay una barbaridad de sitios donde tomar café.

Mientras tanto visitamos todos los puntos destacados del mapa y lo que más nos gusta es la Escalera de Potemkin y el Teatro de Opera y Ballet de Odesa. Pero estamos cansados de andar y con sueño, y hambrientos, así que nos dirigimos de nuevo al hostel y poco antes de llegar encontramos un bar con comida típica tipo selfservice donde está todo barato y muy bueno: Буфет Столовая «Гараж»

Hemos comido por 15€ los dos y hemos probado muchos platos típicos de la zona que nos han gustado bastante. Y volvemos al hostel a las 15h para descansar un poco más y echarnos una pequeña siesta. Que llevamos tres días sin apenas parar y esta tarde retomaremos la marcha viendo diferentes templos que tenemos señalados en el mapa y parecen muy interesantes.

Y así es! Al salir por la tarde fuimos viendo los diferentes templos y paseando por las calles, y nos encantó! Es un contraste continuo y un mix de culturas debido a la historia de Odesa, que hacen de esta ciudad un lugar muy curioso y bonito.

Estuvimos andando toda la tarde y parte de la noche, sin un rumbo concreto, hasta llegar a una pequeña feria ubicada cerca de la playa. El paseo nos gustó mucho, ya que Odesa es muy tranquila y agradable. Pero acabamos muy cansados, así que no tardamos en volvernos al hostel para descansar y dormir.

Resumen/Recomendaciones:
  • Odesa es muy bonita y agradable, callejea y disfruta de sus templos, edificios y contrastes.
  • Visita la Tourist Info para más información y compra un mapa por 15 grivnas (menos de 1€).
  • Come o cena en este restaurante, es muy barato, con comida tradicional y muy buena: Буфет Столовая «Гараж».


Tercer día: tomando el sol en el Mar Negro.

Nos despertamos sobre las 9:30 y tras desayunar nos vamos a la playa. Desde el hostel vamos andando y tardamos unos 40 minutos tranquilamente. Aunque también estaba la opción de ir con el tranvía por 7 grivnas (menos de 30 céntimos), pero preferimos andar y pasear por Odesa.

Y ya estamos en el Mar Negro! Hay mucha gente, la playa es de arena y el agua está bastante clara y un poco fresca. Pero perfecta para bañarse con el calor que hace.

Además, para llegar a la playa hemos ido por un parque bastante grande (Park Tarasa Schevchenka). Nos hemos encontrado con el Monumento dedicado a los marineros que murieron en en la defensa y liberación de Odesa durante la Gran Guerra Patriótica (1941-1945). 

Desde aquí a la playa hay varios puestos muy curiosos, con una especie de gominolas (no nos gustaron) y pescados y gambas que te puedes comer como pipas (muy buenas).

En la playa descansamos el resto de la mañana y tomamos el sol relajados. Al fin y al cabo las vacaciones también están para esto. 

Playa Odesa – Mar Negro

Volvemos al hostel para comer algo sobre las 15h, recogemos todo, nos duchamos y de nuevo en la plaza del primer día, cerca de la estación de buses, donde probamos un kebab para merendar. La verdad que el sabor de la carne es muy bueno y bastante diferente al que puedas encontrar en España. Sin duda, el mejor kebab que he comido nunca fué en Turquía hace muchos años. Pero éste estaría en mi top 5 seguro, y no digo en mi top 3 por no pillarme los dedos. Si quieres probarlo hay varios puestos en la plaza y todos parecen igual de buenos. Recuerda que Odesa tiene mucha influencia Otomana.

A las 18:30h, media hora antes de que salga nuestro bus, llegamos a la estación. Aprovecho para darme una vuelta y descubro que hay un mercado enorme junto a la estación: es increíble! Qué pena no haberlo descubierto antes: es el Privoz Market.

Pero no tenemos tiempo, aunque el bus se ha retrasado más de una hora y finalmente salimos hacia Leopolis un poco más tarde de las 20h.

Resumen/Recomendaciones:
  • Ves a la playa y si hace buen tiempo báñate en el Mar Negro.
  • Disfruta de un agradable paseo por el Park Tarasa Schevchenca y llega hasta el monumento a los marineros de la 2º Guerra Mundial.
  • Si puedes da un paseo por la orilla de la playa hasta la piedra amarilla: Yellow Stone.
  • Visita el mercado de Odesa: Privoz Market.
  • Prueba un kebab (si te gustan) en un sitio que veas bien. Nosotros lo probamos en Starosinnyi Square, muy cerca de donde salía nuestro autobús.


Día 4: despertar en Leópolis y disfrutar de su ambiente.

Llegamos a las 12:30h al apartamento y estamos muy cansados. El estado de la carretera de Odessa a Leópolis es bastante malo, tiene muchos baches y dormir en el autobús ha sido casi imposible.

Cogemos el autobús de la línea 9 para llegar al apartamento. Tras andar un rato desde que bajamos en la parada conseguimos descargar y descansar un poco.

La verdad que la primera impresión en Leópolis no es muy buena, es decir, en comparación a Kiev y Odesa, Leópolis nos deja algo indiferentes. Aunque también es cierto que estamos bastante cansados del viaje en bus y no hemos visto el casco histórico (declarado Patrimonio de la Humanidad). 

Así que nos duchamos, instalamos y descansamos un poco antes de salir y conocer con mejor detalle la ciudad.

Eso sí, el apartamento, a través de Airbnb está muy bien. De momento es el mejor alojamiento de los que hemos estado, tenemos una buena cocina, ducha, lavadora, comedor, dormitorio y está todo limpio. Además estamos a 20 minutos andando del casco histórico y nos ha costado 18€/noche el apartamento entero. Si te interesa este es el apartamento.

Salimos del apartamento, damos una vuelta por el casco histórico y nos recuerda un poco a Polonia. Si has estado ya en Breslavia o Cracovia te impresionará un poco menos, aún así es bonita.

Nos tomamos un par de jarras de cerveza negra, Fastiv 1906, con un toque a caramelo en un puesto de cervezas en la propia plaza, en la parte de arriba. Muy buenas por cierto. También hemos ido al punto de atención turística para coger un mapa e informarnos de qué hay que ver, hacer y dónde comer. La verdad que muy bien la atención y útil la información: Tourist Info.

Y decidimos ir a comer a uno de los restaurantes que nos han recomendado y que se encuentra junto a la plaza el Baczewski Restaurant. Pero al llegar nos encontramos con la sorpresa de que tenemos más de una hora de espera para poder comer y ya son las 15h. Sin embargo, tuvimos la suerte de que hablando sobre qué opciones teníamos y qué íbamos hacer al respecto en la puerta del restaurante una pareja ucraniana (de los cuales el hombre había vivido varios años en Córdoba y entendía perfectamente el español) nos escuchó y nos invitó a sentarnos con ellos. Estaban en una mesa de 4 y habían salido un momento a fumar (por cierto, los ucranianos fuman bastante y el tabaco es bastante barato).

Así que entramos con ellos y pudimos comer probando lo más típico que nos dijeron de la carta. Además, fue una comida muy agradable, donde nos contaron varias curiosidades sobre Ucrania muy interesantes. Como que por ejemplo a la gente de Odesa los tienen como España tenemos al pueblo de Lepe. A los ucranianos les resulta gracioso ese mix de influencias culturales y su forma de expresarse por lo que es una ciudad bastante recurrida en sus chistes o bromas.

También nos recomendaron visitar Podil cuando volviéramos a Kiev, el origen de la ciudad y la parte más bonita. Y muchos otros sitios más.

El restaurante está bastante bien, la comida muy buena, aunque un poco más caro de lo normal, sin embargo pagamos 20€ por comer los 2.

Tras la comida nos despedimos de la encantadora pareja. Nos fuimos a tomar un café y un crepe de helado mientras seguimos callejeando por todo el casco histórico de la ciudad.

Por la noche volvimos al apartamento y nos hicimos la cena (comprar en el supermercado es barato, pero casi que merece la pena comer y cenar siempre fuera). También aprovechamos para poner un par de lavadoras y tender. Y ya nos quedamos aquí a descansar y dormir que el día había sido bastante largo y apenas conseguimos descansar en el viaje en autobús.

Resumen/Recomendaciones:
  • Si vienes a comer al Baczewski Restaurant, recuerda reservar primero. 
  • Puedes subir a la torre de la plaza pagando una pequeña cantidad, pero las vistas son más bonitas desde el Castillo y son gratis.
  • Si necesitas un mapa e información sobre qué hacer, qué ver y dónde comer más personalizada puedes ir a la Tourist Info.
  • Callejea por todo el centro histórico y descubre nuevos lugares donde poder tomar algo. También hay galerías y museos.
  • Puedes comprar en supermercados y hacerte la comida o cena, pero la diferencia de precio con la de comer en restaurantes no es tan grande, por lo que casi que no merece la pena.


5º día: la buena vida de Leópolis.

Nos despertamos con calma, desayunamos en el apartamento y nos vamos al Castillo. Aquí las vistas son bastante bonitas: es el punto más alto de la ciudad y ves prácticamente toda Leopolis. 

Bueno, Castillo Castillo no hay, porque lo destrozaron por completo en el siglo XIX. Pero tienes unas muy buenas vistas del centro histórico y de todos los alrededores. Además, el paseo hasta el Castillo es bastante agradable.

Luego volvemos al centro, a la Tourist Info para ver dónde podemos dejar las mochilas al día siguiente, ya que el check-out lo tenemos que hacer a las 10h y no queremos cargar con tanto peso hasta las 23:45 que tenemos el bus hacia Kiev. 

De paso nos volvimos a tomar otra cerveza en nuestro puesto de la plaza y probamos otros tipos. Pero como la negra Fastiv 1906 ninguna (por cierto, costaban unos 2€ cada jarra).

Y ya volvemos a casa y nos hacemos la comida y la siesta, que estamos cansados del paseo matutino. 

Tras descansar y la ducha nos dirigimos directos a un bar que nos llamó mucho la atención por servir chupitos de diferentes colores en probetas, el Gas Lamp. La verdad que el sitio es muy bonito, tiene como 4 o 5 pisos con una ambientación muy bonita. Pero los chupitos no estaban muy allá. Sin embargo merece la pena entrar y ver el interior de arriba a abajo.

Gas Lamp

Y de aquí fuimos a otro restaurante que nos recomendaron en la Tourist Info y en el que hicimos una reserva la noche anterior, para que no nos pasara lo mismo que en el otro restaurante: Kumpel.

¡Qué maravilla! ¡Qué bueno! Hasta ahora hemos disfrutado mucho de la comida ucraniana, pero esto es otro nivel. Está todo buenísimo, pide lo que quieras, lo que te apetezca más o déjate recomendar. Pero no puedes venir a Leópolis y no comer o cenar al menos una vez en este restaurante.

Surtido de quesos Restaurante Kumpel

Una cena buenísima, con gran surtido de quesos y cervezas artesanales. Pero lo mejor es su sopa, nunca antes había probado una sopa tan buena. De hecho, la mejor sopa que había tomado nunca fue en Polonia en un restaurante de comida típica ucraniana. Pero ahora esa queda relegada a un segundo lugar. ¡Brutal!

Además de la comida probamos una cata de cervezas y nos pedimos un postre. Estamos llenos, pero merecía la pena, y la cuenta asciende a 25€ en total. ¡Una maravilla!

Cata de cervezas Restaurante Kumpel

Puede que sea algo exagerado, o no, pero Paula también coincide conmigo, y es que volvería a Leopolis solo por volver a tomar esa sopa. 

Y tras la cena nos volvemos al apartamento, dejamos todo lo más recogido posible, la mochila preparada y nos vamos a dormir que al día siguiente tenemos que dejar el piso pronto.

*Por cierto, nos llama la atención algo que nos ha ocurrido en diferentes ocasiones a la hora de pagar con la tarjeta: se paga como en pagos divididos. No sabemos bien por qué ni lo conseguimos averiguar, pero si alguien nos lo puede aclarar se lo agradeceríamos. 

Resumen/Recomendaciones
  • No puedes venir a Leópolis y no comer o cenar en el restaurante Kumpel.
  • Y no puedes venir a este restaurante y no probar una de sus sopas servidas dentro de un pan (habla con los camareros y que te recomienden).
  • En Leópolis hay muchos bares muy curiosas y diferentes, uno de ellos es el Gas Lamp, pero hay muchos más.


Día 6: alrededores de Leópolis.

Último día en Leópolis, a las 10h hemos dejado el apartamento y vamos directos a un lugar cerca de la plaza a dejar las mochilas. La grande dejarla hasta las 22h nos cuesta 2€ y la pequeña menos de 1,5€. Si te interesa está aquí: Luggage storage Valiza.

En total 3,5€ dejar las mochilas y poder ir más ligeros para disfrutar de los alrededores de Leópolis, y la primera parada es su cementerio. ¿Un cementerio? Sí, un cementerio, y es precioso y si tienes tiempo merece la pena venir y darse un paseo.

Cementerio Leópolis

Nosotros no llegamos a pagar para entrar, pero nos pareció ver como una taquilla.Tal vez nos colamos, pero una vez dentro no íbamos a volver a la entrada, así que nos dimos un pequeño y tranquilo paseo por el cementerio.

Después seguimos andando (aunque en todo momento se puede llegar a todos los puntos con transporte público pagando menos de 40 céntimos) y nos dirigimos al Museum of Folk Architecture and Life.

Nos costó llegar más de lo que imaginamos desde el cementerio, pero llegamos, eso sí, más cansados de lo que nos hubiera gustado. Al parecer para entrar al museo hay que pagar (no llega a un 1,5€), pero había que seguir andando y no teníamos muchas ganas. Aunque parecía bonito y luego viendo fotos nos arrepentimos de no haber reunido las suficientes fuerzas para haber seguido con la ruta. Pero al igual que el cementerio, si tienes tiempo tiene muy buena pinta las construcciones que habían.

Pero como no podíamos más cogimos la línea 1 del tranvía para ir hasta la Catedral de San Jorge. También merece la pena llegar hasta aquí y verla, es muy bonita también. De aquí hemos ido andando al Palacio de Potocki, menos bonito pero igualmente interesante. Eso sí, para entrar al interior hay que pagar. Así que seguimos nuestra ruta y volvemos al centro a tomar un café al Na Bambetli. Es una cafetería bastante cara que, aunque bonita, tampoco es que sea imprescindible.

Catedral de San Jorge – Leópolis

Lo bueno es que está cerca de la Iglesia Jesuita, donde por la parte de atrás hay una entrada a unas cuevas que sí que merecen la pena visitar. El precio es de 1,5€ por persona.

Y de aquí ya nos vamos a nuestra barra de cervezas en la plaza. Descansamos y bebemos mientras jugamos a las cartas rodeados del buen ambiente de la plaza hasta que llegue la hora de volver al restaurante Kumpel. Antes de recoger las mochilas e irnos a la estación de buses.

Sopa servida en pan Restaurante Kumpel

Volvemos a cenar en el mismo restaurante de la noche anterior. Disfrutamos enormemente de la comida y bebida de nuevo. Recogemos las mochilas antes de las 22h y nos vamos con el bus hasta la estación donde esperamos jugando a las cartas. Hasta que llega el autobús de Ecolines (con retraso de nuevo) para llevarnos a Kiev.

Resumen/Recomendaciones:
  • En serio, tienes que venir aquí y probar la sopa y toda la comida que te recomienden: Kumpel.
  • Si necesitas dejar las mochilas durante el día puedes dejarlas aquí: Luggage storage Valiza.
  • Si tienes tiempo, merece la pena visitar tanto el Cementerio de Leópolis como el  Museum of Folk Architecture and Life.
  • Así como la Catedral de San Jorge.
  • Por la parte de atrás de la iglesia jesuita encontrarás una entrada a unas cuevas a las que podrás acceder por 1,5€ por persona.
  • Si coges el metro no olvides ticar el ticket si quieres evitar problemas.


Séptimo día: despertar en Kiev y maravillarse con Podil.

Llegamos a las 9h (más tarde de lo previsto) a la estación de Vydubuchi. Ha sido el peor viaje, ya que el autobús tenía los asientos un poco más pequeños, y ha sido muy complicado encontrar la postura para dormir. Al menos había pantallas en los asientos con películas, música y juegos. Pero hubiéramos preferido dormir algo más.

Así que nada, compramos un par de cafés y unos dulces para desayunar y con el metro nos vamos directos al hostel que reservamos a última hora cuando todavía estábamos en Odesa.

Llegamos y parece que está bastante bien. Lo único es que no estamos seguros si estamos demasiado lejos del centro, pero bueno, nos cuesta 41€ las 3 noches en una habitación privada con cama doble. Si os interesa el hostel es este: Podilsky Hostel Kiev. Lo único ten en cuenta que hay que pagar en efectivo (en nuestro caso unas 1100 grivnas).

A partir de las 14h tenemos que hacer el check-in, así que dejamos las mochilas y nos vamos paseando a conocer la zona, en dirección al Museo de Chernobyl que parece estar a unos 20 minutos andando.

Y justo antes de llegar al museo nos quedamos sorprendidos al darnos cuenta que estábamos en Pódil, el centro histórico de Kiev. Un barrio precioso, lleno de iglesias, bares y mucha vida, uno de los lugares que la pareja ucraniana que conocimos en Leópolis nos recomendó como uno de los lugares más bonitos de la ciudad. Y así es!

Paseamos e intentamos ver todas las iglesias que podemos ver alrededor de la plaza principal, algunas de ellas nos sorprende y maravilla. Pero la que más nos ha llamado la atención sin duda es una que se encuentra arriba, en la ladera, en medio de un parque. No sabemos cuál es, pero es preciosa. Sin embargo está un poco más lejos y empezamos a tener hambre de tanto andar.

Hemos visto un restaurante típico en la plaza que tiene buena pinta y decidimos entrar a ver qué tal, se llama Puzata Hata. ¡Qué acierto! ¡Genial! Una especie de self-service como el de Odesa pero más barato. Hemos comido los dos probando muchas cosas por menos de 11€ en total.

Luego vamos al Museo Nacional de Chernobyl que se encuentra cerca y ya que estamos aquí vamos. Es interesante ver la historia, cómo fue la tragedia, cómo y dónde afectó y cuál es la situación actual. Recomendado coger las audioguías, al menos una.

Ahora ya toca volver al hostel, hacer el check-in, instalarse, ducharse y descansar, que la siesta no falte.

Dormimos hasta las 18h y nos preparamos para salir, decididos a llegar a la iglesia que tanto nos ha llamado la atención esta mañana, que ya sabemos que es la Catedral de San Andrés.

Damos un paseo por Podil y disfrutamos mucho del ambiente que se respira, hay mucha gente joven, y desde el centro de la plaza continuamos por una calle ancha y peatonal hasta encontrarnos con el funicular. Aunque se puede subir andando decidimos subir con él y así lo probamos, además, cuesta 8 grivnas (poco más de 30 céntimos).

Al subir nos acabamos de situar, estamos justo detrás del Monasterio de San Miguel de las Cúpulas Doradas, ahora ya tenemos la ciudad controlada, y con la luz del atardecer nos dirigimos a nuestro objetivo, la Catedral de San Andrés, que con el reflejo de sol a esta hora es preciosa. Nos quedamos maravillados, no podemos dejar de mirarla. 

Además, todo el paseo hasta aquí, y luego hasta de nuevo a Podil por la calle de San Andrés es increíble, lleno de cuadros y pinturas, puestos callejeros, gente paseando, con el atardecer de fondo, es una pasada. Estamos encantados y muy contentos con Kiev, su centro histórico es una maravilla.

Tras el paseo nos tomamos unas ostras con unas copas de vino blanco en un bar, luego unas cervezas en una cervecería y finalmente volvemos al Puzata Hata, que nos ha gustado mucho y el precio es muy bueno, pues la cena nos ha costado 7€ a los dos.

Además, saliendo del restaurante nos hemos encontrado con un español, de Albacete, y nos ha recomendado visitar Hydropark y el gimnasio más rudo del mundo, así que el último día iremos a ver qué tal, ya que está en el río y hay unas playas donde puedes bañarte y tomar el sol.

Un día perfecto, con un atardecer muy bonito, una comida y cena completas, y ya toca ir a dormir y descansar lo que no hemos podido descansar en el bus.

Resumen/Recomendaciones:
  • Podil es una maravilla, simplemente pasea y anda hacia lo que más te llame la atención.
  • La Catedral de San Andrés es preciosa, especialmente al atardecer.
  • En la calle de San Andrés encontrarás un paseo muy agradable, lleno de diferentes puestos y cuadros preciosos.
  • Puedes subir con el funicular por 8 grivnas, pero pasear por el parque también es una buena opción.


8º día: el monasterio de las cuevas y la madre patria.

Hoy queremos ver el interior de la Catedral de Santa Sofía y el Monasterio de San Miguel de las Cúpulas Doradas que ya hemos visto varias veces desde fuera, pero nos han recomendado entrar dentro, aunque en la primera hay que pagar. Y luego ya iremos a disfrutar del atardecer en el monumento de la Madre Patria pero, no sin antes pasar por el Monasterio de las Cuevas, que también nos han dicho que es muy bonito. 

Desayunamos en el hostel, de camino nos tomamos el café en la que es ya nuestra cafetería habitual, ya que lo hacen muy bien (como en todos los sitios) y además es bastante barato: un café de medio litro cuesta menos de 1,20€ (32 grivnas). 

Primero paseamos por Podil, subimos por la calle de San Andrés y disfrutamos de la vista de la ciudad y de su catedral hasta que llegamos al Friendship of Nations Arch donde se encuentran una serie de monumentos y unas vistas muy bonitas al río Dniéper.

Friendship of Nations Arch Kiev

Llegamos al Monasterio de San Miguel de las Cúpulas Doradas, cuya entrada es gratuita. Cabe mencionar que el Monasterio lo reconstruyeron por completo siguiendo los planos originales, ya que la Unión Soviética lo destruyó y la Catedral de Santa Sofía no corrió el mismo peligro porque tuvieron que catalogarla como museo, de lo contrario lo hubieran destruido también y hubiéramos perdido uno de los Patrimonios de la Humanidad más bonitos que hay.

Catedral de San Miguel de las Cúpulas Doradas Kiev

Nos quedamos maravillados, tanto en un sitio como en otro, además, hace un día estupendo y la luz es perfecta para hacer fotos. Lo único que tienes que tener en cuenta es llevar dinero suficiente para entrar en la Catedral, la cual tiene 4 precios diferentes en función de lo que quieras ver:

Acceso a los exteriores20 grivnas
Torre de la campana60 grivnas
Acceso a los exteriores, a la refractoria y la Catedral100 grivnas
Acceso a los exteriores, a la refractoria, la Catedral, la Torre de la campana, la residencia y a la panadería.200 grivnas

Nosotros cogimos la tercera opción (menos de 4€ por persona) porque nos interesaba entrar al interior de la Catedral e hicimos bien, porque por dentro es preciosa y tiene, entre otras cosas, varias maquetas de como era Kiev y la Catedral antes de ser reformada, además de su increíble interior.

Catedral de Santa Sofia
Campanario de la Catedral de Santa Sofia Kiev

Estamos un par de horas dentro, pues la visita la disfrutamos mucho ya que nos parece preciosa, hasta la hora de comer, y bajamos hacia la Plaza de la Independencia mientras buscamos un lugar donde poder comer.

Buscando con el móvil desde un lugar con wifi y encontramos un restaurante recomendado, el Chicken Kiev. Al parecer está bueno y el precio es aceptable, así que vamos.

Pedimos tres platos, y en uno de ellos se equivocaron, pues pedimos varenyky de pollo y nos lo traen de marisco (que aparte de no gustarme vale 4 veces más que el primero) y le decimos al camarero que se han equivocado, que haga el favor de cambiarnoslo por lo que habíamos pedido.

Bueno, pues no os lo perdáis, el camarero con muy mal gesto coge el plato y se lo lleva para que al minuto vuelve la camarera que nos había tomado nota diciéndonos que el plato era el correcto que, en todo caso, éramos nosotros los que nos habíamos equivocado, así que lo vuelve a dejar en la mesa y se va.

No os podéis imaginar lo mal que nos hizo sentar esto, así que ante la impotencia empezamos a puntuar mal y contar la mala experiencia en todos los lugares que podíamos (google, facebook, tripadvisor, …). Hasta que, al finalizar la comida y pedir la cuenta porque nos queríamos ir vemos el excesivo ticket por algo que no habíamos pedido. Así que solicito hablar con el/la dueño/a.

Al rato viene una mujer, presentándose como la dueña del local, pidiéndonos disculpas en su nombre y en nombre de la camarera e invitándonos a comer. Finalmente no tuvimos que pagar nada y modificamos las valoraciones para que no fueran tan malas, pero tras la experiencia, la atención de los camareros y siendo que la comida no era tan buena no os recomiendo venir a este restaurante. 

En fin, tras el mal gusto de la comida nos vamos y continuamos nuestro camino para disfrutar del atardecer en la Estatua de la Madre Patria.

Paseo hacia el Monasterio de las Cuevas

Para llegar vamos paseando por Kiev, parando en el Palacio de Mariyinsky, en el Monumento a los Héroes de Kruty, en Holodomor Genocide Museum y nuestra parada favorita, el Monasterio de las Cuevas de Kiev! Esta zona es preciosa, no puedes venir a Kiev y no ver esta parte de la ciudad. Además, a partir de las 19h el acceso es gratuito, y con el atardecer todo tiene un color especial, mucho más bonito.

El Monasterio de las Cuevas

Lo único que no hemos llegado a ver es la entrada a unas cuevas, pero como mañana vamos al Hydropark que está de camino volveremos a ver las cuevas y así rematamos esta zona.

Finalmente llegamos a la Estatua de la Madre Patria, la zona es preciosa, nos encanta, y a sus pies nos rendimos cansados, disfrutando de la vistas del atardecer en la ciudad mientras descansamos y jugamos a las cartas. Al parecer a los ucranianos no les gusta tanto esta zona, más que nada por los símbolos que todavía permanecen de la URSS, pero a nosotros nos ha parecido ideal para acabar el día.

Estatua de la Madre Patria

Volvemos andando hasta la estación más profunda del mundo (Arselnana), que mide unos 105 metros de profundidad y nos dirigimos a Podil, donde compraremos algo para picotear y directos al hostel a descansar, que hoy hemos andado mucho y apenas hemos parado.

Resumen/Recomendaciones:
  • Ven a ver la Estatua de la Madre Patria y, a ser posible, al atardecer. Trae comida, bebida, unas cartas o un libro y disfruta de un final de día perfecto.
  • El Monasterio de las Cuevas de Kiev es un lugar precioso e imprescindible. Ven a partir de las 19h de la tarde si quieres entrar gratis.
  • En la parada de Arselnana se encuentra la estación de metro más profunda del mundo, puedes prescindir de verla, pero es curioso.
  • Merece la pena pagar para ver el interior de la Catedral de Santa Sofía, una maravilla y Patrimonio de la Humanidad.
  • A pesar de ser reconstruido, el Monasterio de San Miguel de las Cúpulas Doradas es también una maravilla y Patrimonio de la Humanidad.


Día 9: hydropark y el gimnasio más rudo del mundo.

Hoy es el último día en Kiev, aunque la vuelta la tenemos mañana, no tendremos tiempo más que de recoger e ir al aeropuerto, así que nos falta entrar a las cuevas, que se encuentra justo detrás del Monasterio de las Cuevas de Kiev, en la Iglesia del Monasterio de Vvdensky, y después iremos al Hydropark, a tomar el sol y dar un paseo hasta que volvamos a disfrutar de un último atardecer por el parque cerca de la Catedral de San Andrés.

Las cuevas son interesantes y aunque hacen visitas guiadas para grupos, nosotros decidimos entrar por nuestra cuenta, sin pagar nada. Lo que te recomiendo es comprar una vela, ya que son unas cuevas subterráneas sin iluminación donde, entre otras cosas, encontrarás momias y monjes leyendo pasajes en salas oscuras bajo la luz de su vela. Realmente curioso. Pero una visita corta. 

Monje leyendo en una de las cuevas

Vamos a la isla, donde se encuentran diferentes áreas de recreo, restaurantes, puestos de comida, … incluso un museo de Ucrania en miniatura (aunque no llegamos a entrar pero cuesta unos 3€ por persona). En la playa descansamos hasta el mediodía, donde buscamos un lugar donde comer tranquilamente.

Seguimos con el paseo por el parque hasta llegar al Gimnasio Más Rudo del Mundo! La verdad que es muy curioso, pues es un gimnasio que parece que han ido construyendo poco a poco con chatarra y a día de hoy es enorme y muy completo. Tiene de todo, hasta máquinas elípticas! 

Así que aprovechamos para probar las máquinas y bajar la comida, pero nos da un poco de cosa ya que hay mucha gente entrenando y tampoco queremos molestar más de lo necesario.

En el gimnasio más rudo del mundo

En el mismo parque hay una estación de metro, así que vamos hasta Podil para disfrutar de la última gran cena en Puzata Hata. Pero hay un problema. Cuando vamos a caja para pagar no funcionaba ningún datáfono, y tan solo teníamos efectivo suficiente para ir mañana al aeropuerto, así que nos toca sacar dinero del cajero más cercano el cual nos cobra una comisión de 50 grivnas (2€), pero bueno, no teníamos otra opción.

Y no es la primera vez que pasa, al parecer hay momentos en los que los datáfonos dejan de funcionar hasta el día siguiente, así que lleva siempre encima efectivo suficiente.

Ahora ya sí, con el estómago lleno volvemos al hostel, con una sensación entre deprimidos, tristes por que se acabe el viaje pero alegres por todo lo que hemos disfrutado en él, por lo bonito que es viajar a Ucrania y sobre todo Kiev, despidiéndonos de la Catedral de San Andrés a lo lejos mientras que dejamos la plaza de Podil atrás. Ay… qué pena!

Resumen/Recomendaciones:
  • Si vas a ver el interior de las cuevas en la Iglesia del Monasterio de Vydensky compra una vela para poder ver algo.
  • Visita el Hydropark y si hace buen tiempo disfruta de las playas de río.
  • Además, aquí encontrarás el gimnasio más rudo del mundo.
  • Lleva siempre dinero efectivo encima, a veces los datafonos dejan de funcionar y no hay otra forma de pagar que con efectivo.

Día 10: recoger y vuelta a Viena.

Ahora sí, último día en Ucrania. Nos despertamos a las 9h, desayunamos, nos hacemos unos sandwiches para comer en el aeropuerto y vamos en metro hasta la parada de Kharkivs’ka, donde cogeremos el autobús de la línea 322 por 60 grivnas cada uno. ¡Ojo! Según las indicaciones de google maps nos indicaba que costaría 100 grivnas este bus, pero no es correcto, cuesta 60 grivnas si lo coges desde esta estación de metro. Así que tenlo en cuenta.

Llegamos con tiempo de sobra al aeropuerto, pasamos los controles sin ningún problema y esperamos al avión para volver a Viena, donde un día después regresará nuestro avión para casa. 

En fin, nos despedimos con sentimientos encontrados, tristeza por tener que dejar Ucrania pero contentos de lo que hemos hecho, visto y comido, la verdad es que esperamos volver pronto. Ha sido un viaje increíble, pero toca volver a casa.

Viajar a Ucrania ha resultado ser una muy buena decisión, pues es uno de nuestros mejores viajes.

Si quieres más información para viajar a Ucrania puedes descargarte la siguiente guía

Autor

Experto en marketing y publicidad, profesor de secundaria, viajero y bloguero.

3 Comentarios

  1. Una vez estes en el centro de Kiev, te recomiendo recorrer la ciudad a pie. Las distancias son super manejables y es la mejor forma de conocer bien la capital ucraniana. Lo unico que queda mas alejado es el Monasterio de las Cuevas, al que puedes llegar en metro o en tour guiado en espanol si lo prefieres. Yo fui en metro a la estacion de Dnipro por 8 grivnas (0,30€) y volvi desde la estacion de Arsenalna. ?No podia irme de Kiev sin ver la estacion de metro mas profunda del mundo! Da bastante impresion bajar a 105 metros bajo tierra. Mejor no pensarlo.

    • Carles Martínez Contestar

      Sí, andando está todo bastante asequible y es agradable el paseo si escoges el camino correcto. Hay mucho por ver. Y sí, la estación más profunda del mundo! Da cosilla si lo piensas jeje, muy curioso! Gracias por compartir!

  2. Hola gusto de saludarles, muy bueno todo lo que han contado. con cada detalle de sus dias.

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