Pese a salir una hora y media más tarde llegamos a las 6h am. La noche y para ser 11h horas de mal trayecto no había estado mal, pero no dormimos mucho para ser nuestro primer día en Pokhara.

A Paula le tocó un chaval que no paraba de tirar su asiento para atrás hasta aplastarla aunque le llamara la atención y le golpeara el asiento. Otro chico, a la 1h de la mañana se puso a gritar cantando sin sentido hasta que vió que nadie le seguía el ritmo. Era hora de dormir.

El estado de la carretera era regular y los baches tampoco ayudaron a conciliar el sueño. Bajamos lloviendo y pese a ser las 6h, había algunos puestos abiertos para nuestra suerte, ya que pudimos tomarnos cafés, una especie de churros de allí que nos hizo la chica y dos huevos cocidos, porque no entendía inglés y no había manera de comunicarse.

De allí fuimos andando hasta el hostel que estaba en un barrio muy tranquilo y con varias tiendecitas. El sitio y el entorno eran muy agradables, nada que ver con la India, montañas, todo verde, tranquilidad, menos tráfico, gente más amable y discreta, justo lo que esperábamos y necesitábamos. Perfecto para nuestro primer día en Pokhara.

El hostel además estaba muy bien y limpio, mucho para los 6€ la noche que íbamos a pagar por habitación y baño privado. Yo me quedé un rato descansando ya que estaba KO. Paula salió a dar una vuelta por el tranquilo barrio y luego se subió a la terraza a hacer un poco de ejercicio y contemplar las vistas, se veían al fondo las altas montañas entre las nubes y era precioso. Estábamos cansados pero muy contentos.

Suerte que también nos dejaron hacer el chek in pronto, aunque éramos los únicos huéspedes. Tras descansar salimos a comer y a buscar la estación de buses para tantear el billete de bus de Pokhara a Katmandú. Según nos dijeron no costaría más de 1000 rupias (7’9€) por un bus nocturno que sale a las 21h y llega a las 5h, pensábamos coger ese.

La comida muy parecida a la India

Tras comer un plato típico de nepal con arroz y varias salsas y unos fideos en sopa, seguimos ruta. Cogimos un bus por 20 rupias (0’16€) hasta el lago, donde habían unas vistas muy bonitas. Por 150 rupias (1’2€) y 10 (0’08€) del alquiler del chaleco, nos cruzaban al templo en barca, donde había una divinidad femenina que estaba en una pequeña isla. Es bonito y curioso de ver.

Tal Barajo Temple en el lago de Pokhara

El calor también nos agotaba, y lo único que queríamos, aunque fuera el primer día en Pokhara, era descansar. Pero al comprobar que daban tormentas toda la semana, hicimos un esfuerzo por subir a la pagoda blanca que se veía en las montañas, para no arriesgar a no poder subir mañana, aunque estaban lejos y tendríamos mucho que andar.

Cogimos otro bus por 25 rupias (0’2€), tras comprar antimosquitos que no era muy efectivo pero costó 250 rupias (2€). Nos dejó en las cascadas.

Como por fotos de internet no nos había parecido gran cosa y costaba dinero (x rupias) decidimos no entrar a las cascadas, al menos ese día. Estábamos cansados y con el tiempo justo.

Camino hasta la pagoda de la Paz Mundial

Empezaba a bajar el sol, aunque agradecimos que la subida por las mil escaleras fuera a la sombra. El camino a la pagoda de la Paz es empinado durante una hora, llegamos agotados. Pese a eso, mereció mucho la pena ya que se veían las vistas de todo el pueblo, el lago entre las montañas y los picos más altos de las Annapurna, cosa que nos pareció precioso y muy impactante.

Atardecer en Pokhara

Acabamos la subida al templo chino budista, que también nos pareció bonito, y donde las vistas mejoraban y tras observarlo todo bien lo celebramos viendo el atardecer con una cerveza nepali, muy buena también, en unas escaleras antes de bajar y volver a coger el bus que por 25 rupias (0’2€) nos dejaba cerca del hostel.

Cenamos dos samosas y unos momos y llegamos al hotel deseando descansar, pero para nuestra sorpresa y muy mala suerte, la luz del hostel no funcionaba y no sabíamos cuándo iba a volver (habían cortes de luz en el barrio). Lo último que queríamos en ese momento era irnos del hostel, pero no teníamos batería, ni luz, ni wifi y eran las 21h.

Al día siguiente teníamos que trabajar, por lo que muy a nuestro pesar recogimos, hablamos con el host que no nos puso ningún problema, y andamos 15 min hasta otro hotel que costaba 7€ la noche.

Para nuestra compensación, tenía desayuno, luz y aire acondicionado, así que aprovechamos para dormir a gusto tras ver un capítulo de stranger things.

Autor

Experto en marketing y publicidad, profesor de secundaria, viajero y bloguero.

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