Nos despertamos con calma, Carles lavó ropa a mano en el cuarto y yo intenté aclararme con los envíos, aunque parecía que la única solución sería acercarme personalmente a correos, ya que las webs no funcionan muy bien.

Tras eso, salimos tarde del hostel, al menos hoy íbamos a visitar los puntos más cercanos y podíamos ir con más calma. Agradecimos que estuviera nublado, al igual que ayer, ya que la calor no era tan fuerte como otros días y eran días de andar y paliza. 

Nos parece un poco el colmo tener que esquivar motos hasta cuando vamos andando por la acera y que encima nos piten para que nos apartemos. También hay que tener siempre 8 ojos en lo que pides porque te intentan colar siempre lo más caro, o pides un vaso pequeño de algo, hacen como que no te escuchan y te sirven y te cobran el grande, y así con todo. Además a todo le ponen sal con algo de picante, al agua con limón, a los zumos, smothies…no sé por qué tienen esa costumbre, pero no te preguntan.

Al final ha salido el sol y hace muchísima calor, tuvimos que esperar bastante al bus. Cuando por fin cogimos el bus 8b hasta arriba, Carles pagó 10 rupias (0’12€) y las mujeres no tenían que pagar en el bus de Delhi aunque no nos enteramos si era ese día, esas horas o por qué. 

En el bus local de Delhi

Apretados y acalorados y entre empujones llegamos al Red Fort. Lo recorrimos de arriba abajo, observamos bien su bonita silueta desde fuera. Recorrimos el km que nos separaba de la entrada y al llegar nos dimos cuenta que costaba 600 rupias (7’3€) cada uno.

Era una pena, porque parece bastante bonito, pero de nuevo somos pobres y teníamos que ahorrar en todo lo que pudiéramos y de cara a ver el Taj Mahal podría darse todo esto por convalidado.

Decidimos seguir la ruta a la mezquita por una plaza que nos pareció muy bonita por sus mezquitas y muy curiosa por sus largas calles de mercado tecnológico.

Chandni Chowk Street

Paramos a comer en un restaurante arroz y una salsa con pan de cebolla que estaba riquísimo en una calle de las que ya llevaban a la mezquita. También nos choca un poco que nos pongan a compartir mesa, debe estar todo siempre tan lleno que ellos lo dan por algo muy normal.

Tras comer y descansar un rato del sol, nos metimos por una callejuela, también muy curiosa con puestos de collares y joyería preciosa y tras esa recta llegamos a ver la mezquita. Subimos las escaleras y tras ver que costaba 300 rupias (3’7€) por cabeza para extranjeros siendo lugar sagrado y como ya se veía toda desde la puerta y escaleras, nos asomamos un poco y fuimos a por el último punto turístico marcado en el mapa.

Entrada a la mezquita Jama Masjid

Era un mercado de todo un poco con las calles estrechas, llenas de tráfico, de puestos, dulces callejeros, todo apelotonado, talleres de tarjetas de boda, cableados en mitad de la calle, eso ya me parecía más típico de Delhi.

Intentamos negociar tuc tuc para ir a casa ya que nos estaba dando una pequeña insolación. Tras beber mucho líquido y agua y ver que nos pedían 150 rupias (1’84€), cuando en Google Maps nos indicaba 30 (0’37€) y teniendo bus al lado, lo esperamos y en bus llegamos al hostel.

Descansamos un poco hasta la bajada del sol que cruzamos enfrente a nuestro sitio de siempre a comprar momos nepalíes y huevos cocidos con agua fría y un helado y nos fuimos a programar,  ver series e intentar dormir pese al calor.

Autor

Experto en marketing y publicidad, profesor de secundaria, viajero y bloguero.

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