Nos levantamos temprano, las cortinas no cubren del todo las ventanas y entra mucha luz ya a las 6h y poco de la mañana.

Decidimos recorrer los puntos turísticos más lejanos del hostel hoy que estábamos más frescos. Salimos hacia la parada de metro, hay mucha gente, pero tampoco tanta como la esperada, al menos estaba toda la ciudad más limpia y respetaban las colas.

Antes de ir al metro desayunamos en el bar de enfrente. Todo el mundo seguía mirándonos sin miramientos, discreción y sin apartar la mirada aunque se la devolvieramos. Carles ya no tenía mucha paciencia con la gente que nos paraba a hablar, vendernos cosas o llevarnos a algún lado. Mientras intentábamos sacar dinero estuvo un tío acompañándonos un rato hasta que se cansó de que lo ignorásemos tanto.

En el metro de Delhi

En el metro se iba bien, sentados, aire acondicionado y fue rápido. La primera parada fueron unas callejuelas que no tenían muy buena pinta para ver una mezquita en ruinas.

Bhool Bhulaiya desde fuera

De ahí cogimos un tuc tuc por unos 40 rupias (0’49€) hasta Quina Madir. Lo vimos por fuera, esto sí tenía buena pinta, pero con lo que pudimos ver nos bastaba para no pagar las 500 rupias (6’1€) cada uno que costaba la entrada.

Tras picar algo de papaya decidimos seguir al siguiente punto, para eso cogimos bus y andamos un poco, era la mezquita flor de loto. La vimos por fuera, aunque la entrada era gratis había una cola (ordenada eso sí, pero kilométrica). Decidimos que la espera al calor y sudor que llevábamos por verla de cerca tampoco nos merecía tanto la espera, ya que lo bonito sí pudimos apreciarlo, que es ver la forma desde algo más lejos y fuera.

El templo de Loto desde fuera

Tras otro bus, tuc tuc y caminata llegamos a otro punto que era una tumba dónde también nos pedían 500 rupias (6’1€), esta vez por los dos, sin embargo pudimos colarnos y verla y hacer fotos de frente. Era bonita, pero tampoco quisimos pagar para ver lo que ya habíamos visto.

Abdur Rahim Khan-i-Khanan’s Tomb donde nos colamos

Seguimos cogiendo buses y tuc tuc para ir a la tumba de Muhamir. Eran otras 500 rupias (6’1€) por persona y el edificio prácticamente igual al que acabábamos de ver. Estábamos cansados y hambrientos ya, no habíamos podido sacar dinero en ningún cajero y el no poder comprar mucha agua, los paseos y viajes en tuc tuc etc. nos estaba haciendo mella.

Lo, por desgracia, normal cuando paseas por la India

Decidimos dar prioridad al cajero antes que al siguiente monumento y cuando por fin encontramos uno paramos a comer comida callejera barata y un shake de mango.

Tras recuperar con cocacola, comida y agua fría algo de energía seguimos andando hasta el siguiente monumento, que fueron las tumbas a las que tampoco entramos por tal de no pagar (tenemos un presupuesto diario de 15€/persona y nos arruinamos si entramos a cada uno de los puntos turísticos).

This is India

De las tumbas fuimos en tuc tuc hasta el parlamento y otras cosas que habían cerca. Eran muy bonitas, pero solo pudimos verlas de lejos ya que un policía con el silbato nos estaba tirando de allí todo el rato.

Antes de ir a esto fuimos a la puerta de la India, También tenía buena pinta y limpia, pero lástima que lo pillamos todo en obras, de hecho fue por eso que no pudimos ir andando y tuvimos que negociar tuc tuc tras intentar pasar por varios caminos andando cortados.

Estábamos ya muy cansados de tantos desplazamientos, andar y monumentos así que decidimos acercarnos a un fuerte, verlo desde fuera e ir a comer algo y preguntar por FedEx para realizar un envío de ropa a España.

Como todo, en internet estaba desactualizado y no encontramos información, aunque sí preguntamos a otra empresa con oficina cutre que había que jamás nos contestó al correo.

Buscando la oficina vimos un par de mezquitas o templos que nos llamaron mucho la atención por su decoración, nos gustó casi más las cosas que de vez en cuando aparecían entre los edificios que los monumentos marcados.

Hanuman Mandir Karol bagh

Tras esto, comimos un plato nuevo por 40 rupias (0’49€) que no habíamos probado y nos gustó, compramos algo más de cosas en la calle del primer día y volvimos al hostel dónde tuvimos problemas con el encargado por no haber pagado aún y por una confusión con la reserva de booking.

Estaban muy insistentes en que teníamos que pagar ya (a pesar de haber reservado por Booking 4 noches), habrán tenido muchos problemas con impagos, imaginamos.

Lavamos algo de ropa, compré los vuelos carísimos de vuelta a España desde Thailandia para el 24 de agosto y agotados y muertos de calor nos fuimos a intentar dormir.

Esperábamos mañana poder aclarar cuándo podríamos ir a Agra, ya que estábamos intentando adelantar las reservas de hotel que teníamos, y poder seguir organizando Benarés y el paso a Nepal al que cada vez teníamos más ganas.

Autor

Experto en marketing y publicidad, profesor de secundaria, viajero y bloguero.

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